El primer aspecto que debemos tener en cuenta, si convivimos con nuestros abuelos, es entender que ellos no envejecieron de repente. Solo llegaron al mundo antes y tanto su niñez como su juventud transcurrieron en una época muy diferente. Formaron la familia, el tiempo pasó y si la tercera edad los sorprendió compartiendo el hogar con hijos y nietos, su existencia no tiene por qué ser incompatible con las nuevas perspectivas de sus congéneres.
5 consejos para coexistir en armonía
Respetar sus costumbres como, por ejemplo: ir a misa, escuchar un tipo de música, preferir un programa de televisión, tener estampitas en su mesa de noche, etc. No trate de cuestionarle.
Permitirle sentir que pertenece. Cuando no lo hacemos partícipe de la vida familiar, cuando no lo tenemos en cuenta. Aislarlo le lastima.
Escucharle, porque su experiencia está acreditada por los años. Historias que dan testimonio de la historia familiar y la tradición. Si ya te lo contó, díselo con delicadeza.
Dejarle ser. Evita actitudes invalidantes o sobreprotectoras.
Comprender sus emociones, sus sentimientos y sus necesidades. Ponte en su lugar.
La convivencia siempre es compleja. Desarrollemos formas creativas de vivir en armonía para retribuir sus desvelos con cariño y respeto.
Publicado en nuestra revista Edición 19: La Colonia Magazine
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