Soleado o nublado ¿Cómo proteger su piel de los rayos UV?
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- 26 jun
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La radiación UV (ultravioleta) es un tipo de radiación electromagnética. Como toda radiación es energía que se propaga cuando viaja. La exposición a los rayos UV, ya sea del sol o de otras fuentes, es un factor de riesgo importante para el cáncer de piel.
Luz solar
La luz solar es la principal fuente de radiación UV y el grado de exposición a la luz ultravioleta que una persona recibe depende de la intensidad de los rayos, del tiempo que la piel ha estado expuesta y de si está protegida con ropa o protector (pantalla) solar.
No se puede evitar la luz solar por completo, pero hay maneras de asegurarse de no tomar demasiado sol cuando está al aire libre.
Consejos efectivos para proteger la piel de los rayos UV:
Simply staying in the shade, especially during midday hours, is one of the best ways to limit exposure to ultraviolet rays from sunlight.
Protect your skin with clothing that covers your arms and legs.
Wear a wide-brimmed hat that protects your head, face, and neck.
Wear UV-blocking glasses or sunglasses to protect your eyes and the skin around them.
Use sunscreen with a sun protection factor (SPF) of at least 30 to help protect skin not covered by clothing.También es importante evitar las camas solares, cabinas de bronceado, lámparas solares y otras fuentes artificiales de radiación UV.
¿Causa cáncer la radiación UV?
Sí, la exposición a los rayos UV, ya sea de la luz solar o de máquinas de bronceado, es un factor de riesgo para todos los tipos de cáncer de piel, siendo mayor para las personas con un sistema inmunitario debilitado, antecedentes personales o familiares de cáncer de piel y las que tienen lunares grandes.
Muchos estudios indican que los cánceres de piel de células basales y escamosas están vinculados a ciertos comportamientos, así como a un historial de sufrir quemaduras solares y daños en la piel relacionados con el sol, tales como:
Pasar tiempo al sol como recreación (incluso ir a la playa)
Pasar mucho tiempo al sol con la piel expuesta o sin protección
Vivir en una zona que recibe mucha luz solar
Haber tenido quemaduras solares graves en el pasado (con más quemaduras vinculadas a un mayor riesgo)
Tener signos de daño solar a la piel, como manchas de la edad (lentigo solar), queratosis actínica (lesiones ásperas de la piel que pueden ser precancerosas) y elastosis solar (piel seca, gruesa y arrugada causada por la exposición al sol) en el cuello.