En la era donde la tecnología prevalece en casi todos los aspectos de la vida, una buena parte de los defensores de los dispositivos analógicos prefieren los instrumentos y equipos del pasado por su fidelidad y precisión. Además, enarbolan como ventaja, el hecho de que sus resultados no pueden ser alterados de forma remota ni necesitan la señal de un satélite para funcionar.
Esas afirmaciones son ciertas en gran medida, pero sería injusto no admitir la importancia de los sistemas digitales en el avance de la ciencia, la medicina, la industria, la aeronáutica espacial y las comunicaciones.
¿Cómo entender sus diferencias?
Cuando se abre el debate sobre cuál de los dos sistemas es el mejor, de inmediato aparecen los defensores de uno u otro bando que colocan en una balanza los pros y los contras, pero… ¿cómo entender sus diferencias?
Veamos el caso de las cámaras fotográficas. Las clásicas o analógicas utilizan rollos de película, mientras que las digitales recurren a una tarjeta de memoria.
Un reloj analógico, señala la hora con agujas o manecillas. Los digitales por lo general, cumplen con su función exhibiendo directamente los números.
Para la mayoría de los indicadores que se pueden medir cuantitativamente en la naturaleza, como por ejemplo: la temperatura, el tiempo, la presión, la distancia o el sonido, se usan actualmente dispositivos digitales, siendo incuestionable como en el siglo XXI aún conviven junto a sus parientes modernos, el reloj de cuerda, el termómetro de mercurio, el esfigmomanómetro, la báscula, el pluviómetro y el gato hidráulico, solo por mencionar algunos.
Opositores a la saturación digital
Sin embargo, no se pueden obviar desventajas como son: la despersonalización, la adicción a los dispositivos, el control y manipulación de la información y el robo de identidad, solo por mencionar algunos. Pero no todo está perdido, en los últimos años, hay una corriente de grupos que se oponen a la saturación digital y aumenta entre los jóvenes el interés por los discos de vinilo, las cámaras polaroid, el papel fotográfico, los talleres de revelado químico y el retorno a los libros impresos. También, se fortalece la tendencia de abrir restaurantes sin servicio de Wi-Fi para que las personas se relacionen entre sí y se crean los “espacios desconectados”.
La conclusión es que no debemos tratar de establecer una comparación porque son dos universos completamente diferentes y para muchos, lo ideal sería la combinación de lo mejor de ambos mundos.
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”.
Charles Darwin